El
que no salta es... Diario Parlamentario, 3-7-2008
Por
Hugo Presman
Retrocedamos
treinta años. Para eso contamos con dos instrumentos poderosos pero
no necesariamente fieles: la memoria y la imaginación.
Faltan
diez minutos para las 18 horas este frío y gris domingo 25 de junio
de 1978. Y apenas unos segundos para que el árbitro italiano Sergio
Gonella haga sonar su silbato. El grito del relator José María
Muñoz convalida un postergado deseo: Argentina es campeón mundial
en fútbol. Setenta y cinco mil personas convierten al Estadio
Monumental remodelado en una sede de la felicidad. En el palco
oficial, Jorge Rafael Videla levanta sus pulgares en señal de
triunfo. El almirante Massera le hace un guiño cómplice al
Vicealmirante Carlos Alberto Lacoste, el que manejo discrecionalmente
todo desde el Ente Autárquico Mundial 78 ( EAM 78)
Ahora
miremos lo que está sucediendo en el campo de juego. Apenas Gonella
dio por terminado el partido, el excepcional arquero Ubaldo Matildo
Fillol, el Pato, sale disparado del arco rumbo al centro del campo.
Corriendo en sentido contrario viene Carlos Tarantini quien se
arrodilla y hace la señal de la cruz. Fillol llega hasta donde está
el Conejo Tarantini, se arrodilla y ambos jugadores argentinos se
abrazan en esa posición. Pero hay un tercer protagonista que entra
en la foto que está por sacar Ricardo Alfieri. Es un muchacho que
viene corriendo, después de haber saltado el alambrado y que se
detiene bruscamente frente a estos dos hombres abrazados. Como
consecuencia de frenar bruscamente las mangas del buzo del muchacho
se desplazan hacia adelante. Víctor Dell`Aquila tiene alrededor de
veinte años y perdió sus dos brazos por una descarga eléctrica en
1967. Alfieri titula su foto “El abrazo del alma”.
“Yo
los abrazo aunque no tenga brazos”, grita emocionado Víctor
HOSPITAL
MILITAR
Ahora
trasladémonos a poca distancia del Estadio de River. Laura Carloto
comenzó con su trabajo de parto en el Hospital Militar, en el
momento en que Argentina, a través de su goleador, Mario Kempes,
convertía el primer gol en la final con Holanda. Había llegado
desde el campo de detención de La Cacha. Guido nacerá al día
siguiente. A Laura la dejaron con su bebe apenas cinco horas. Después
la durmieron y volvió al centro clandestino de detención. Tal vez
en esas escasas cinco horas, le pudo decir a su hijo, fragmentos del
poema que otra madre desaparecida, María del Carmen Gualdero de
García, le escribió a su futuro hijo:“Porque no duerma mi hijo /
en una cama de helio / Recogeré el aire de donde queda / Cosecharé
el amor de donde pueda...../ Porque no enturbien el agua que beba /
Porque no ensucien el mar ni la hoguera / Reuniré el sudor de las
luciérnagas / El llanto rebelde de su padre y beberá / de las
cuencas de miel de las abejas / De las vacas no contaminadas / De las
napas profundas de la tierra... Andaremos los caminos / yo, con los
ojos asombrados / Tu con los ojos limpios, nuevos / Andaremos los
caminos palmo a palmo, tierra a tierra / Si es que para ese día tu y
yo quedamos / Si es que nos dejan si es que nos dejan...Hijo mío
24
DÍAS ANTES
Son
las 15 horas del 1 de junio de 1978. Está por empezar el partido
inaugural entre Alemania y Polonia. Ya ha hablado Videla y se hizo la
ceremonia inaugural. A la misma hora un grupo de madres con sus
pañuelos en la cabeza al empiezan a dar vuelta a la Pirámide de
Mayo. Una reducida cantidad de periodistas y fotógrafos extranjeros
observan la inusual ceremonia. Una de ella se acerca y le dice: “
Ayudennos. No sabemos donde están nuestros hijos. Uds son nuestra
última esperanza”
Al
día siguiente el diario Clarín publicará la siguiente crónica de
la inauguración del XI Campeonato Mundial de Fútbol: “
Exactamente a las 13,30 horas, los tres integrantes de a Junta
Militar ingresaron al palco oficial. Vestidos con ropas civiles,
fueron calurosamente recibidos por los espectadores, que aplaudieron
cuando el locutor oficial mencionó por los altavoces los nombres de
los comandantes en jefe. El arzobispo de Buenos Aires y cardenal
primado Juan Carlos Aramburu invitó a los asistentes a rezar un
Padrenuestro y después transmitió la bendición especial que
enviaba el Papa Paulo VI. Dijo Videla cerrando la lista de oradores:
“ Hoy es un día de júbilo para nuestro país y para la Nación
Argentina. Dos circunstancias concurren a este efecto: la iniciación
de un evento deportivo en escala internacional, como lo es este
Campeonato Mundial de Fútbol 1978 y, por otro lado, la amistosa
visita de miles de mujeres y hombres procedentes de las más diversas
regiones de la tierra, nos honran hoy con su visita, con una sola
condición de su buena voluntad, en un clima de afecto y respeto
recíproco. Y es justamente la confrontación en el campo deportivo,
la amistad en el campo de las relaciones humanas que nos permiten
afirmar que es posible aún hoy, en nuestros días, la convivencia en
la unidad y diversidad, única forma para controlar la paz. Por ello
pido a Dios, Nuestro Señor, que este evento sea realmente una
contribución para afirmar la paz que todos deseamos para todo el
mundo; esa paz dentro de cuyo marco el hombre puede realizarse
plenamente como persona, con dignidad y libertad. En el marco de esta
confrontación deportiva, caracterizada por su caballerosidad, en el
marco de la amistad entre los hombres y los pueblos y bajo el signo
de la paz, declaro oficialmente inaugurado este Onceavo Campeonato
Mundial de Fútbol 1978”
El
reloj marca las 14,52 cuando culmina el acto, luego de una vistosa
demostración de miles de gimnastas. El aburrimiento invade al
estadio en el transcurso del primer partido del campeonato jugado
entre Alemania y Polonia.
TESTIMONIO
PERSONAL(I)
Estuve
ese frío día de otoño en el Estadio de River. No recuerdo ninguna
ovación hacia los integrantes de la Junta. Pero la memoria es a
veces tramposa. Lo dije en la radio y recogí varios testimonios en
el mismo sentido y alguno en contra. Lo que si está claro es que no
había ánimo de protesta contra quienes tenían las manos manchadas
de sangre. En alguna ocasión el psicoanalista Tato Pavlovsky contó
lo mismo y lo comparó con un partido entre Argentina e Italia en
1956, donde la presencia peronista se hizo notar en un estruendoso
repudio al gobierno de la Revolución Fusiladora.
Indudablemente
la magnitud del evento, la fuerte campaña publicitaria y la idea que
el país estaba sufriendo una violenta campaña contra la realización
del campeonato, el apoyo pasivo de sectores medios al gobierno,
confluyeron a una actitud de indiferencia hacia un acontecimiento con
fuerte contenido político.
ANTECEDENTES
E INTRIGAS
En
el Mundial de Inglaterra en 1966, se fijaron las sedes siguientes:
Méjico 1970; Alemania 1974, Argentina 1978, España 1982.
El
12 de mayo de 1974, Perón firma el decreto de la Comisión de Apoyo
al Mundial 1978.
El
24 de marzo de 1976 las radios y la televisión transmiten en cadena
durante todo el día. Solo se levanta la programación uniforme para
que en ese día aciago los argentinos puedan entretenerse con el
Partido Argentina- Polonia realizado en Varsovia y que se gana por
2-1. José María Muñoz le hace conocer a los jugadores y demás
integrantes de la delegación el derrocamiento de Isabel diciendo:
“Sin desgracias personales ni derramamientos de sangre”
Se
sustituye la comisión de apoyo por el EAM 78. En la distribución de
poder le corresponde la presidencia a alguien del ejército y la
vicepresidencia a la marina. Recae en un amigo de Videla,
furiosamente antiperonista, General Omar Actis. Como vicepresidente,
el vicealmirante Carlos Alberto Lacoste, que respondía directamente
a Massera. Pronto surgen disidencias. Actis quiere un Mundial austero
y se opone a la construcción de nuevos estadios. Actis es asesinado
el 21 de agosto de 1977 y se atribuye el atentado a los Montoneros.
Pero la mano de la Marina es la que está detrás al punto que cuando
la dictadura establishment- militar da la lista de las victimas de la
subversión, el general Actis no figura. Asume la Presidencia del EAM
78, el general de caballería Antonio Merlo, como máscara del
verdadero mandamás que es Lacoste.
Se
remodelan los estadios de River, Vélez y Rosario Central. Se
construyen los de Mar del Plata, Córdoba y Mendoza.
Se
mejoran los Aeropuertos, los sistemas de comunicación, la
infraestructura hotelera, y la transformación de canal 7 en ATC con
nuevo edificio.
Nunca
hubo rendición de cuentas del EAM 78. Se presupuestó la suma de
sesenta millones de dólares y según el Secretario de Hacienda Juan
Aleman, crítico de los costos, la suma ascendió a setecientos
millones. Tal vez por eso es que cuando Luque convirtió el cuarto
gol a los peruanos, una bomba estalló en su departamento. Las
siniestras figuras del tandem Masera- Lacoste asoman detrás del
atentado a un hombre emblemático del establishment.
En
medio de tanta miseria, Jorge Carrascosa el tres de la selección
renunció a la selección por motivos nunca debidamente aclarados,
que iban desde el repudio al gobierno a la utilización en la
selección de doping.
René
Houseman, el notable puntero de Huracán, que vivía en la villa del
bajo Belgrano se encontró un día con un descampado enorme. Los
militares habían llegado con las topadoras y sacaron la villa por el
Mundial.
Dante
Panzeri, el más grande periodista deportivo que ha tenido el país,
fue una voz solitaria de oposición porque “el mundial no se
debiera realizar por las mismas razones que un tipo que no tiene
guita para ponerle nafta a un Ford T no debe comprarse un Torino”
La
censura generalizada se extendió a la prohibición de criticar a la
selección.
El
periodismo deportivo sobreactuó su genuflexión. El periodista
Enrique Romero de El Gráfico inventó una carta del futbolista
holandés Ruud Krol a su hijo que entre otras cosas decía: “Aquí
todo es tranquilidad y belleza. Esta no es la Copa del Mundo sino la
Copa de la Paz”.
Eso
si. Para evitar que los visitantes extranjeros se confundan, los
hoteles alojamientos pasaron a denominarse albergues transitorios.
EL
MONUMENTAL Y LA ESMA
Volvemos
al Estadio Mundialista. Tarantini y Fillol van en busca de sus
compañeros.
Víctor
Dell`Aquila los sigue. Muchos años después confesaría Fillol:
“Cuando terminó el partido se me aflojaron las piernas. Caí
arrodillado y se me apareció la imagen de Dios. Tenía un diálogo
con él de agradecimiento. Yo no había planificado nada de eso, me
conecté con Dios, tenía su imagen delante de mí. Nunca me pasó en
mi vida”
En
la ESMA, el verdadero jefe, el Tigre Jorge Acosta, después de
festejar con los prisioneros desaparecidos le dice a Graciela Daleo:
“Vestite bien que vamos a salir a festejar” Y en un Peugeot 504,
prisioneros y torturadores salen a recorrer las calles colmadas de
euforia de Buenos Aires. En un momento Graciela pide permiso para
asomar la cabeza por el techo del Pugeot 504. Observa la multitud
enfervorizada y piensa: “ Si gritara que soy una desaparecida,
nadie me creería”. Luego van a un restaurante. Hay un momento que
la situación se le vuelve insoportable. Pide permiso para ir al
baño. En el espejo, con el lápiz de labios escribe: “ Milicos
asesinos” ¡ Muera Videla! ¡ Viva Montoneros!” Muchos años más
tarde reflexionaría que lo hizo para seguir sintiéndose un ser
humano
TESTIMONIO
PERSONAL(II)
Aquél
25 de junio vimos el partido en el living de mi casa en la televisión
en blanco y negro con mi mujer y con dos amigos, Daniel y Adriana que
estaba embarazada. Cuando terminó el partido nos sumergimos en las
calles recuperadas para la alegría popular. Era un momento de
festejos en medio de una inmensa derrota.
¿Sabía
lo que pasaba? Tenía mucho más información que el nivel promedio.
Había estado en Europa en enero, febrero y parte de marzo de 1978.
Había leído lo que se publicaba. Era tan atroz que parecía
inverosímil. Tenía rasgos tan impresionantes que despertaba cierto
escepticismo. ¿ Era posible que en la sociedad más culta de América
Latina, hubiera campos de concentración, secuestros de bebes,
apropiación de sus bienes, el lanzamiento de personas vivas al río
o al mar?. ¿Podía ser cierto que los amigos o compañeros
desaparecidos estuvieran en cuchas? ¿ No habría exageración en lo
que se informaba en la vieja Europa que de depredaciones sabía?
Cuando
en 1979, después de una rara situación que viví en mis oficinas,
donde un grupo me vino a buscar y mantuvo secuestrado en el baño a
mi socio y a su empleada, luego esposa durante 5 horas, llegó a mis
manos el Informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y
ya no habría más dudas. Todo era posible. Lo coloque en mi mesita
de luz y dudando que algún día se conociera semejante tragedia, y
todas las noches leía un caso con la misma obligación ética que se
autoimpusieron los sobrevivientes de los campos de concentración
nazis: “ Había que vencer a la muerte para dar testimonio”
Desde
entonces he intentado ser fiel ese compromiso asumido en lo más
profundo de la noche de los años de plomo.
No
siento culpa, tal vez en una actitud auto indulgente, por haber
festejado el triunfo del Mundial 1978. Ni por haber salido a la
calle. Con gente que gritaba: “ El que no salta es un holandés”.
Después de casi tres años, las calles pudieron ser desalojadas por
algunas horas de los Falcón verdes, del terror suelto, de la muerte
como presencia permanente. En medio de esa mezcla de pasión, locura,
amor e irracionalidad que es el fútbol, hasta los prisioneros en las
mazmorras de la dictadura criminal festejaban los goles argentinos.
Como
dice Carlos Ferreira: “Y nosotros allí/ con esos bombos/ con esas
insensatas banderas sudorosas/ con el mundo al revés/ hechos pelota”
A
pesar que el periodismo al día siguiente publicara: “Le ganamos al
mundo” ( Siete Días) “ Un país que cambió” ( Somos)
¿
Como debemos juzgarnos como sociedad en relación al Mundial 78? Los
setenta y cinco mil argentinos que estaban en la cancha de River y
los millones y millones que lo vieron por televisión no enmudecieron
por la ESMA sino por el gol de Naninga y por el tiro en el palo en el
último minuto de Resenbrink.
No
me gusta maquillar biografías. Yo fui uno de ellos.
CAMPAÑA
ANTIARGENTINA Y CLIMA DE ÉPOCA
El
gestor de lo que se conoció de campaña antiargentina fue Marek
Halter, un sobreviviente del Ghetto de Varsovia cuya prima Ana Kumec
y su marido fueron secuestrados en nuestro país y sus cadáveres
arrojados en la puerta de los padres de Ana. El 19 de octubre de 1977
publicó una solicitada en Le Monde que tuvo rebote en los
principales diarios. Ahí decía entre otras cosas: “ ¿ Se puede
jugar al fútbol y gozar del deporte en un país que tortura, mata y
hace desaparecer a los opositores políticos?”
En
la Argentina el clima de época está reflejada entre otras obras de
ficción en 77 de Guillermo Saccomanno: “ En la noche del centro,
la multitud. Banderas, bocinas, cánticos. En una esquina se
encuentran dos hombres. Dos años sin verse. Los dos cambiados. Estás
igual, se mienten. Lo que compartieron, se acuerdan. No necesitan
decírselo. Los dos piensan que el otro había sido chupado. Tampoco
lo dicen. Alrededor, la fiesta popular. La emoción de los dos, la
misma. Dura poco. Si los dos están vivos, el otro puede ser un
delator. Los dos, apurados, vuelven a perderse en la multitud.
Ninguno imagina que el otro se salvó de milagro. Los dos, ahora,
cada uno por su lado, se dan vuelta para ver si el otro lo sigue”
TREINTA
AÑOS DESPUÉS
Ahora
volvamos a la actualidad. Los jugadores que ganaron el Mundial, más
allá de algunos hechos confusos o conflictivos, tenían equipo para
hacerlo. Fue una buena selección que jugó, en general, por debajo
de lo que podía.
No
se les podía pedir a los jugadores que tuvieran una heroicidad de la
que estaba desprovista la sociedad. Y treinta años después se
redimen de un hecho realmente desdoroso cuando al cumplirse 25 años
no quisieron jugar para publicitar la búsqueda de los chicos
apropiados.
Videla
y Massera son sombras en prisión domiciliaria. El último en estado
vegetativo El tigre Acosta está preso. La ESMA próximamente será
un museo. Graciela Daleo siempre mantuvo una posición intransigente
y rechazó el indulto de Menem. Carlos Alberto Lacoste murió antes
que la justicia lo alcanzara. Mi amigo Daniel se separó de su
compañera Adriana y hoy es Embajador en Japón.
Luque,
Villa y Houseman participaron del Partido por “la Vida y la
Memoria” en el Monumental, el domingo 29 de junio. Fillol envió su
adhesión.
El
recordado cantito “ El que no salta es un holandés” fue olvidado
y reemplazado por “ Como a los nazis les va a pasar, a donde vayan
los iremos a buscar”
Víctor
Dell`Aquila fue campeón de pool, estudió dibujo, maneja un auto y
hasta hace unos años jugaba al fútbol. Una demostración palpable
que el ser humano es capaz de superar limitaciones que parecen
insuperables.
En
pequeño y en forma individual es el ejemplo micro de las grandes
gestas: las madres y abuelas, Ghandi, Luther King, Nelson Mandela, el
ascetismo del hombre nuevo del Che, la pasión incendiaria de Evita,
los gobiernos populistas desde Perón a Chávez, desde Evo a Correa.
Dios
y el Demonio. No están afuera, sino dentro de cada uno de nosotros.
Depende quien predomine, tenemos un Ghandi o un Masera. Y por eso en
el más virtuoso hay semillas de maldad y en el más perverso hay
atisbos de bondad. Dios, el de afuera, el inaccesible siempre está
ausente. No estuvo en Auschwitz ni en la Esma o la Perla. Tampoco en
el Monumental.
EL
QUE NO RECUERDA PATEA…
El
periodista Ezequiel Fernández Moores escribió en La Nación del 25
de junio: “El sistema- según Eduardo Galeano- nos vacía la
memoria, o nos llena la memoria de basura y así nos enseña a
repetir la historia, en lugar de hacerla. Y 30 años después aquí
estamos. Tal vez excesivos, melancólicos, oportunistas e
inevitablemente parciales. Pero, también, acaso intentando hacer la
historia. Para no repetirla”
Treinta
años. El que no recuerda, el que no reflexiona es posible que patee
la pelota afuera. Tres décadas es un período suficiente para evitar
caer en la trampa de las posiciones adelantadas. La historia, que no
es lineal, nos metió un gol en el arco de las utopías. Aunque
heridos, si fortificamos la defensa, si se lucha con tenacidad en el
medio campo y al pasar al ataque se despliega imaginación y talento,
pensando siempre en el arco de enfrente, tal vez podamos hacer los
goles que los adversarios en el pasado nos privaron. Y lo lograron
violando todas las reglas, expulsando a tantos jugadores del cuadro
de la vida.