jueves, 2 de septiembre de 2021

Una vez más

 

Una vez más.

 

Lo paupérrimo de la tecnología es el círculo siniestro de SIEMPRE LO MISMO. Día tras día tras día demanda cual niñe horas de tiempo de preparación para que luego perdure y permanezca el impulso creativo. Ya no inspiración ni nada tan retrógrado; digámoslo por qué no si lo pensamos, ¿no?; sino la perseverancia del impulso cual ganas.

Suna Rocha, yo soy cantor videlero – cómo enoja que el corrector de Word no conozca nuestras palabras, a ellas justo que tanto les cuesta sobrevivir  -  de mi tierra santiagueña. Para que la concreción pasara por un sinfín de acciones

Enchufar el celular.

Buscar el cargador del celular recordando la última persona de la casa que lo usó, y el que anda, porque el otro es una trampa.

Es el comienzo de un territorio complejo.

Buscar el parlantito.

Buscarle su correspondiente cargador. El de entrada chiquita.

Ahora. La conectar igualdad. Su cargador. Que sea el cargador de Nestor, porque la Conectar Igualdad de Cristina tiene un cargador diferente.

(Nadie dice que realmente, en la burbuja de mi franja social, así pasó la pandemia).

Y ahora mi satisfacción. La de mí misme, la de mi cuerpo (que vaya a saber uno cuánto tiempo pasó desde la última vez que lo percaté). La pava, el fuego, el mate, la yerba, la espera. De eso no se reniega, es el instante de hermandad más genuino y que encuentra. Provincia a provincia, rincón a rincón, nos encuentra haciendo lo mismo a todes por igual.

Recién en ese momento me siento a escribir. Debería extender mil anzuelos para pescar el impulso que tenía de escribir hace cuánto, ¿20 minutos?, ¿ 1 hora?, no pueden ser 2, ¿no?.

 

 

 

Silencio.